AROMAS DEL VINO

30 septiembre, 2021 by adminmuseo in Noticias 0 comments
AROMAS DEL VINO

El vino desprende una diversidad de aromas, dependiendo de su variedad, del entorno donde se cultiva cómo de su elaboración y envejecimiento.

No hace falta ser un experto para poder detectar los aromas del vino, sino tener capacidad olfativa y esta (cómo hemos comentado en otras ocasiones) puede entrenarse.

En el museo, tenemos la relación de los aromas expuestos con los del vino, divididos en tres categorías, primarios, secundarios y terciarios.

Aromas primarios: los más fácilmente reconocibles, vienen definidos por la variedad de uva, terreno de plantación, clima, composición del suelo. Encontramos aromas florales, vegetales, frutales, balsámicos y especiados.

Aromas secundarios: derivados de la elaboración, fermentación (alcohólica y manoláctica) y otros procesos. Nos surgen aromas del pan y lácticos.

Aromas terciarios: del efecto de la madera y del tiempo (maduración en botella). Se encuentran aromas florales-vegetales, amaderados-balsámicos-tostados, animales-empireumáticos y de confitería.

Los aromas los percibimos por:

  • Vía nasal, cuando olemos la copa en reposo, tras agitar la copa y con la copa de vino vacía después de beberlo.
  • Vía retronasal, cuando los aromas suben desde la boca al beber el vino. Realizar barboteo, aspirando por la boca a la vez que tenemos el vino, obtendremos nuevos aromas del vino al estar más caliente y por la aireación del vino.

 

¿Cuáles son los olores de un vino defectuoso?

  • Herbáceo, proveniente del proceso de elaboración en donde la uva o racimo es estrujada, despalillada o prensada.
  • Brett, aroma con un recuerdo a cierta humedad o suciedad (por falta de higiene en la bodega).
  • Almendras amargas, por el contacto del vino con el aire.
  • Corcho, aromas a corcho mojado, moho, papel húmedo.
  • Pegamento, por la presencia de acetato de etilo, también puede recordarnos a disolvente o barniz.
  • Huevo podrido, se denominan aromas reductivos debido a su origen en el azufre, es necesario extremar los cuidados en la bodega del uso excesivo del anhídrido sulfuroso.
  • Manzana pasada, vino oxidado.
  • Vinagre, exceso del ácido acético, por estar mal cerrado.
  • Geranio, en vinos dulces, por refermentaciones.
  • Humedad terrosa, proveniente de zonas productoras con mucha lluvia o humedad.
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